miércoles, 28 de febrero de 2018

28 de Febrero


DÍA DEL BAILARIN
Volver a Jorge DONN
danzar con el...
,,,ya no se puede
danzar como el,,,
dudo,,, que se pueda
sentir la mitad,,,
trasmitir la mitad
y ser real!

Legados, imágenes, más que recuerdos
sendas a seguir.
Ser y estar en lugares a-propiados...
personales los sentidos 
con 
emociones emanadas.

Y siempre en algún
instante
Volver a Jorge DONN

Aitor Alava
28/2/18
Por JOSE MARÍA RODRIGUEZ OLAIZOLA

viernes, 23 de febrero de 2018

ETNOCENTRISMO CULTURAL

El Concepto de Cultura en el Aula


El concepto de cultura, o de lo cultural (más propiamente) se encuentra en antropología, desde la década del 50, en crisis. En aquella década dos antropólogos estadounidenses (1952, Kroeber y Kluckhohn) publicaron un texto de recopilación de numerosas definiciones del término. Desde entonces, algunos autores promueven su desaparición de la disciplina, en base a dos grupos de razones. Por una parte, y basados sobre el trabajo antedicho, postulan que el concepto no posee una constitución metodológicamente clara y precisa, es decir, no hay una definición lo suficientemente operativa que nos permita darnos cuenta de que estamos hablando cuando lo usamos. Por otra parte, y más recientemente, algunos autores impulsan una crítica política y ética contra el concepto. Sostienen, que el concepto es demasiado estático y homogeinizante para representar lo que realmente sucede en los grupos humanos (esto es, la gente, en un mismo grupo, es heterogénea, y además cambiamos mucho). Se critica además, el hecho que el concepto ha sido utilizado más para reflexionar sobre las diferencias entre los grupos humanos, que para mostrar las desigualdades. Por último, críticos del concepto han puntualizado, su tendencia a no incorporar las tensiones del poder social, existentes en todo grupo humano. Debo advertir que estas críticas deben tenerse muy en cuenta, no obstante, soy de los que creen lo opuesto, que aún el concepto no ha sido explorado adecuadamente, y que el mismo vale la pena, no solo en las ciencias sociales, sino en la escuela. En esta última, sostendré, puede funcionar como articulador conceptual de ciertas metas educativas.

En el aula, encuentro que las cosas que me sirven para pensar, y que creo que sirven a mis alumnos para pensar, son útiles, más allá de lo que sucedan en las disciplinas. En mi experiencia, es más relevante pensar, que enseñar una materia. Por lo dicho, se comprenderá, que tiendo a diferenciar la experiencia del aprendizaje, una de cuyas formas es la aventura del pensamiento, del contenido sobre el que se sustancia. Sea cual fuere el material, histórico, económico, socio-antropológico, etc. (incluyo a todas las disciplinas), pueden ayudarnos a los docentes a pensar en el aula, a pensar con nuestros alumnos.

En este trabajo me propongo discutir el uso que se le puede dar al concepto de cultura en el aula, y aunque mi experiencia está fuertemente sesgada, no creo que no pueda aplicarse a cualquier situación escolar (dentro de los parámetros usuales). Distinguiremos tres niveles del concepto que permiten articular tres objetivos educacionales distintos, aunque conectados.

Nivel 1. Igualitarismo racionalista.
Sabemos, los antropólogos nos lo han hecho notar, que el ser humano puede ser definido como un ser socio-cultural, y que por lo tanto, todos los seres humanos tenemos, reproducimos, modificamos y creamos cultura.

-"comer caviar y tomar champán, con el dedo meñique en posición rígida; o-y un choripan con chimichurri y vino de la casa. Escuchar a Rodrigo, o-y, a Mozart; leer Crónica, o-y la Nación; jugar fútbol o-y golf. Los esclavos cuyas tareas productivas permitieron a los filósofos clásicos griegos filosofar. Los diversos grupos de nativos americanos que admiraron y sufrieron y odiaron a los invasores europeos. Los banqueros corruptos, los políticos mentirosos, los desempleados, incluso los docentes, y las personas y los grupos que son considerados modelos"-

Todas estas prácticas, y las personas que realizan estas prácticas son culturales y están en la cultura. Todos los seres humanos tuvimos cultura, la tenemos, y podemos predecir (hay quienes creen que las ciencias sociales no pueden predecir) la tendremos.

En este nivel, universalista, perteneciente más a una antropología filosófica que a una antropología científica, resulta evidente el significado igualitarista del concepto.

Una derivación posible de esta idea, es que refuerza nuestra identidad humana (nosotros los humanos, hermanos y hermanas, parientes, etc.) y permite una reflexión ética de nuestro accionar humano; tanto porque enfatiza las relaciones con nuestros semejantes (pasados, presentes y porvenir; cercanos y lejanos; como sí fuéramos parte de una cadena; etc.), como porque posibilita la evaluación y la responsabilización de tal acción, en el mundo (no solo es importante entender qué hacemos, sino hacernos responsables de lo que hacemos).

Es de notar, sin embargo, que el sesgo citado (al que apoyamos obviamente) puede caer, y de hecho lo ha hecho, en un fuerte homocentrismo. Esto es, ubicar a la especie humana, y ese rasgo distintivo mencionado, la cultura, en el centro de la realidad (como veremos más adelante esto es un efecto del etnocentrismo).

Cultura es entonces un marcador de humanidad, es una creación colectiva de toda la humanidad, que si bien contiene elementos altamente peligrosos y perniciosos para la vida en general, también incluye potencialidades para reformar y ayudar.

Nivel 2. Diferenciaciones, etnocentrismos y comparaciones.
Fase Uno. Diversidad.
Sabemos que los grupos humanos vivieron ( y viven) en diversos ambientes, que se han relacionado, entre sí, de formas muy complejas (desde invasiones, hasta integraciones), y en el tiempo los humanos, en sus grupos han y hemos (y haremos) desarrollado historia. Cuando las personas de un grupo visitan a otro grupo, por lo general, toman conciencia del resultado de ese proceso: ven a grupos de personas con formas de vida distintas a las propias, o más precisamente, vemos culturas que contienen semejanzas y diferencias a la cultura en que vivimos (podría decirse que vemos grupos cuyas historias divergen de las nuestras en ciertos detalles más o menos importantes).

Es precisamente esta confrontación lo que los antropólogos reconocieron en el siglo XIX. Había grupos de personas, sociedades, que hacían, que vivían de formas en parte diferentes (por ejemplo: recolectaban y cazaban su alimento; creían en los antepasados como espíritus; daban bienes materiales para recibir y acumular prestigio; debían casarse con ciertas primas, etc., etc.). A esas diferencias, y a esas semejanzas, se las conceptualizó como culturales. La antropología se estructuró, al comienzo, como la disciplina que debía estudiar a las diferentes culturas, compararlas, hallar las diferencias y las semejanzas para así arribar a ciertas conclusiones sobre la diversidad o la unidad humana.

Todos los seres humanos poseen Cultura, y grupos humanos pueden ser distinguidos relativamente por su cultura de otros grupos humanos. Estas distinciones suponen una relación de diferencia y de semejanza (la desigualdad puede, y probablemente solo puede, entenderse en un contexto comparativo). La comparación, es una de las actividades esenciales de la antropología, pero comparar es a la vez un problema metodológico y una caja de herramientas, potencialmente, reflexivas.

Fase Dos. Etnocentrismo.
El hecho de que todos los seres humanos tenemos Cultura, y que participamos de y en una de ellas en particular (acotada temporal, espacial e históricamente) introduce una posible paradoja en nuestra vida diaria (para los antropólogos esta paradoja se ubica de lleno en su práctica profesional, como veremos).

Vivimos en culturas, y un efecto de vivir en cultura, es que vivimos como la cultura nos dice que debemos vivir. Qué es lo normal, y qué lo anormal, qué es lo correcto y que es lo no correcto, pero tolerable, y qué es lo incorrecto e intolerable. Un efecto relevante para lo que estamos discutiendo, es que las culturas en las que viven los seres humanos por lo general tienden a convencernos, a imponernos, que tal cultura, está bien. Es lo que se ha llamado: tradición, costumbre, naturalización, normativa, normalización, etc..

Dos consecuencias importantes se siguen de esto.
Una primera consecuencia surge cuando estudiamos otras culturas, porque en esa situación, quizás nos acercamos a otras culturas pensando, sintiendo e intuyendo que nuestra cultura es normal, mejor, superior; obviamente nuestra comprensión de la otra cultura estará sesgada. Esto es un obstáculo para entender otras realidades, y es claro, para la comparación. A esta ideología-actitudinal la llamamos etnocentrismo; significa creer, pensar o sentir que nuestra realidad socio-cultural es la única, la mejor, la superior (esto traducido en acción puede implicar desde el colonialismo hasta nuestras cotidianas discriminaciones). Los antropólogos, después de décadas de suponer que podíamos vencer al etnocentrismo terminamos por aceptar que no es posible vencerlo, aunque sí controlarlo.
Una segunda consecuencia, implica reconocer el carácter problemático del etnocentrismo para todos los seres humanos (incluso los antropólogos). Hay, por lo dicho, una imposibilidad humana de no serlo: el intento de des-etnocentrizar absolutamente debe ser tan imposible como el de que yo deje de ser yo (en términos algo análogos, pero simplistas). Es vital, por nuestro axioma, de que todo ser humano vive en y por cultura; y para ir un poco más lejos, porque no podemos dejar de creer en algo (hasta en el poder de la razón para demostrar que no creemos en nada). Creemos y hacemos cosas; el etnocentrismo moderado o existencial, por llamarlo de algún modo, es una condición de ese hacer y ese creer. Sin embargo, el etnocentrismo, puede ser peligroso: muchas veces no somos poco etnocentristas, sino demasiado, y esto es observable en nuestras prácticas (no sólo discursivas) poco tolerantes y discriminatorias. El etnocentrismo está en la esencia de todas las discriminaciones, ya que todas ellas se desprenden (teóricamente) de aquel: todas suponen una diferencia que es socio-culturalmente valorada.

Fase Tres. Comparar.
Ordenemos las ideas: el segundo nivel de la idea de cultura supone reconocer la diversidad de las culturas, supone un intento comparativo por entender semejanzas y diferencias, pero ese intento se enfrenta con las dificultades de que quienes realicen tales operaciones son actores de cierta cultura, y como tales, pueden ser (hemos supuesto que lo seremos) etnocéntricos al intentar comprender y comparar. En este punto, debo pedir perdón a los lectores, este aparente problema o fracaso metodológico de la antropología es un argumento poderoso a favor del concepto cultura en las escuelas (y obviamente a favor de la antropología como disciplina científica).

Cuando conocemos, incluso solo intelectualmente, otras sociedades y culturas (emparentadas o no con la nuestra) se abre la posibilidad de comparar, y esta posibilidad abre otra, la que, por medio de la comparación, podamos ver en nuestra sociedad-cultura, algo que antes no habíamos visto o entendido. Esta operación básica es la que nos permite reconocer y modificar nuestro etnocentrismo, y es lo que fundamenta a la antropología en tanto ciencia de lo humano (¡y no de tal o cual cultura o sociedad!).

Cuando nos estudiarnos a nosotros mismos hay dos riesgos: uno el desmedido etnocentrismo (¡somos lo mejor del mundo!), y dos, el fenómeno de la naturalización (etnocentrismo intra-cultural: ¡hemos aceptado el hecho de que existan des-empleados!). Solo la perspectiva comparativa permite abordar estas problemáticas y quizás controlarlas. Debemos estudiarnos (los porteños, de tal o cual clase social, los argentinos, los latinoamericanos, los occidentales, etc.), somos objetos sociales y culturales relevantes, seres humanos cuyo accionar debe ser entendido y comprendido, para ello la perspectiva comparativa es insustituible (la comparación, no es una herramienta de una sola disciplina, sino una habilidad mental, que creo tiene mucho que mostrar sobre la relación entre: la significatividad personal, mía o tuya, y la relevancia socio-cultural, de nosotros y otros).

- ¿qué es la religiosidad?; ¿para que sirven los parientes?; ¿que valoramos: bienes materiales o inmateriales?; ¿siempre actuamos por interés o podemos actuar desinteresadamente?; ¿es necesario tener jefes?; ¿los adultos siempre tienen razón?; ¿el "buen" conocimiento solo lo produjo "occidente"?; ¿siempre dominó el mundo Estados Unidos?, ¿porqué?; ¿qué relación hay entre comer, darse al otro (amarlo) y la comunión?; ¿en todas las sociedades y culturas hay desempleados? -

Es cierto comparar es una actividad difícil, tengo que definir y conocer dos entidades; tengo que establecer un criterio comparativo, luego tengo que contrastar, y finalmente evaluar. Pero es precisamente este proceso el que nos permite enfrentar y reconocer nuestro etnocentrismo, y si no resolverlo, al menos explorar sus límites. De más está decir que la operación pone al descubierto etnocentrismos peligrosos.

Comparar culturas y sociedades, en la escuela, es remunerativo porque: nos invita a conocer otras sociedades y culturas/nos invita a aprender a comparar/nos enfrenta a nuestros etnocentrismos/nos permite distinguir entre etnocentrismos vitales y peligrosos/nos permite conocer a nuestra sociedad y cultura/nos enseña ciertas cuestiones metodológicas y epistemológicas/desarrolla nuestra habilidad reflexiva.

¿Seguimos hablando de cultura en el nivel dos? ¿Estamos hablando de la diversidad cultural? Si se reflexiona un instante estamos diciendo que: si bien la cultura nos enseña como ser, también nos da los instrumentos para analizar ese ser. En clave etnocéntrica: si la cultura nos enseña a ser etnocéntricos, también nos da los instrumentos para entender tal etnocentrismo, para reflexionar sobre él, y quizás eventualmente criticarlo e incluso cambiarlo, relativamente. Es decir, nos dice cómo y qué somos (social y culturalmente), y que nos creemos que somos, tan pronto sepamos como interrogarla, para ello la comparación inter-cultural (también intra-cultural) nos parece fundamental. El reconocimiento de la diversidad cultural y de sus significados es un resultado de este proceso, el que implica montar un marco contrastivo en el que pueda situar diferencias y semejanzas, que me permitan reconocer mi ambiente socio-cultural, y el de otros.

Hacia el tercer nivel.
La posibilidad de postular un tercer nivel de significados conceptuales sobre la idea de cultura, está siendo discutida en antropología. Para algunos, lo dijimos al principio, el concepto debe ser olvidado (justo en el momento que se ha popularizado), otros sostenemos la necesidad de apuntalarlo. Por suerte, para nuestras actividades docentes, podemos prescindir de tal discusión, y reflexionar si es útil para nuestros alumnos. En este tercer nivel, la conceptualización que proponemos (basada en la antropología cognitiva) es bastante reciente, por lo que sus referencias empíricas están aún en proceso de elaboración; esto afecta las posibilidades de una trasposición didáctica útil y precisa. Además, al contrario, de los otros dos niveles, es probable que las ideas que discutamos a continuación sean provechosas para alumnos de los ciclos más altos (lo que no significa, que los docentes de todos los niveles puedan, encontrar algo que les sirva).

El tercer nivel de usos escolares del concepto de cultura puede ser orientado hacia la conceptualización de los modelos culturales. Los modelos culturales son entidades analíticas, creadas por los investigadores, derivadas de lo que en psicología cognitiva se llaman esquemas. Mientras los esquemas son visualizados como entidades mentales individuales, los modelos culturales son entendidos como los aspectos socio-culturales de esos esquemas. Los esquemas son unidades de almacenamiento de información, que poseen cierta unidad, e incluyen una diversidad de elementos (información, recuerdos, emociones, guías de acción, etc.), se re-actualizan situacionalmente, y se los postula como marcos explicativos de cómo y porqué actuamos como lo hacemos. Los modelos culturales, suponen reconocer, que los esquemas poseen aspectos socio-culturales, tanto en cuanto a sus orígenes, como a su carácter compartido, y en cierta forma pautado.

Podríamos suponer que los grupos humanos son distinguibles en cuanto al tipo de modelos culturales (dejo de lado ya el concepto individual de esquema), o la frecuencia de rasgos salientes de los mismos (creo, que es posible conectar esto con el segundo nivel de cultura: la diversidad). Sin embargo, la idea de modelo cultural avanza un paso más, no solo permitiría la descripción de ciertas diferencias entre grupos humanos, sino que también permite su análisis, pero para ello debemos profundizar la conceptualización. Esta, proviene de las ciencias cognitivas, posee sesgos mentalistas-individualistas-intelectualistas, lo que estará reflejado en los usos que estamos prescribiendo. Desde esta perspectiva, los modelos culturales tienen dos características centrales: se interrelacionan entre sí, y mantienen relaciones de jerarquía.

- Docente: ¿quién descubrió América? - Alumno/a: Colon; D: no - A: los vikingos; D: no - A: los extraterrestres; D: no - A: los primeros americanos.
D: ¿y Colon que hizo? - A: salvó a los americanos; D: bueno - A: masacró a los americanos; D: bueno. -
- Alumno/a: ¿qué es la desigualdad?
Docente: Es un producto accidental de nuestra sociedad que desaparecerá con el desarrollo. Es una relación entre seres humanos que existió, existe y existirá en todas las sociedades. Es un hecho triste, pero necesario, que permite distinguir lo mejor de lo no mejor. Es un producto estructural del capitalismo: para que algunos tengan más es necesario que algunos tengan menos. Es una injusticia que es posible revertir. -
Estos ejemplos revelan la importancia del conocimiento, es importante conocer, y desarrollar un saber, y asegurar que el saber sea correcto, científicamente hablando (aún cuando a veces esto sea controvertible). Ahora, si nuestros objetivos implican reconocernos a nosotros, estos ejemplos también contienen lo que nosotros somos. A través de las variedades de respuestas, aparecen constituidos diferentes modelos culturales, y puesto que somos nosotros los que creemos, o al menos decimos eso, ellos nos revelan lo que nosotros somos. Obsérvese, que no se trata de relativizar el conocimiento, sino de contextualizar las verdades y mentiras (y sus variados matices) que usamos, creemos y reproducimos en las lógicas culturales que las permiten. Los modelos culturales son instrumentos que permiten describir tales lógicas, y al reconstituirlos intelectualmente permiten ver sus relaciones, sus jerarquías, sus contradicciones, sus determinaciones. Nos permiten reconocernos.

La escolarización debe contribuir a que los reconozcamos, porque ellos reflejan lo que somos, debe mostrar cuales son las consecuencias socio-culturales de portarlos y actuarlos, debe mostrar alternativas, debe hacernos reflexionar sobre esos que tenemos y sobre los que no tenemos (téngase en cuenta los dos niveles anteriores). Se comprenderá que este marco de trabajo supone la existencia de una profusión discursiva, estamos rodeados (tapados) de información, hacen falta por lo tanto mecanismos iluminadores de sus significados, hacen falta mecanismos que muestren que hay detrás de las informaciones; que es lo que nos dicen de nosotros y de los otros, y que consecuencias tienen.

El concepto de cultura, operacionalizado como modelos culturales, es útil para conocer, explicarnos, y reflexionar sobre nosotros, nuestra vida y nuestra sociedad y cultura.
D.L.Cairns.

miércoles, 21 de febrero de 2018

EUSKAL ETXEA DEL COMAHUE-XVII

SOGIN DANTZA

La Sorgin Dantza es un baile de carnavales. Sorginas e Intxisus son seres humanos. Pero la mitad son hembras, y se les llama sorginas. Los machos son Intxisus. Los sinónimos y signos empleados para el baile tienen un aire cómico. No obstante, siempre aparecen con una actitud comedida y como bella, no en revoltijos como representa el Aquelarre. En cada representación se percibe inmediatamente el ambiente teatral. Un tonto, repitiendo, los separa, tanto cuando se revuelven abrazados por parejas, como cuando cada uno de los dos grupos rodea a su pareja seduciéndola, y principalmente, en el ambiente final. Esta descripción de Gaizka Barandiaran subyacen varios puntos sobre la historia cotidiana del pueblo vasco y su antiguedad.


Gaizka Barandiaran nos relata como la Sorgin dantza es una "Danza mímico-burlesca, propia del Carnaval; la interpretan sólo varones, la mitad de ellos representan a hombres y la otra mitad, mujeres. Su sentido es de carácter amoroso, interviniendo en la pantomima un Asti (brujo) que acaso quiera representar al diablo, cuya intervención se da por descontada en todo juego amatorio. Originalmente se bailó en Mutriku y Antzuola; de esta última población se importó hace 125 años al barrio guipuzcoano de Oria (Lasarte-Oria), tomó carta de naturaleza y pervive allí. Fue enseñada por Manuel Goyarán, Alberto Orotegui y Joaquín Idígoras, naturales de dicho barrio guipuzcoano, al grupo Goizaldi de San Sebastián, en 1968."
Hoy en día la Sorgin Dantza consta de una salud envidiable. dado que en Lasarte -Oria todo el pueblo interpreta la Sorgin dantza:

Descendiente delas Fricasee-medievales, es un la Sorgin Dantza un fosil viviente. Pareciera que la espontaneidad y la gracia no pertenecieran al folklore vasco. En la medida de lo posible debemos recuperar la gracia que alguna vez tuvimos. No nos olvidamos, hay otra localidad vasca donde ha perdurado la Sorgin Dantza, la localidad también gipuzkoana de Antzuola. Tan iguales y tan diferentes:


Artículo N°17
Sorgin Dantza
22/2/18
Aitor Alava

Link recomendado: SORGIN DANTZA

martes, 20 de febrero de 2018

La conciencia.

FOLKLORICA
Hace 20 años, abandonamos Urdiñarbe, sin saber, algunos, lo que verdaderamente habíamos presenciado durante aquella Maskarada. 
Tardamos tiempo, en comprender, en sentir y disfrutar, la verdadera Maskarada. El lugar donde la Godalet  Dantza Adquiere rango de 1era verdete y esos vistosos ropajes oscurecen cualquier otro brillo,,,,hay momentos, que trascienden a cualquier kabriola superlativa. Los kauterak, brillan bastante más que lo que ofrecen sus abrigos negros.

KAUTERE BALLET
Ese salón, cobró un inusitado protagonismo hace 20 años. Kabana, el lider de los Kauterak, tardó media vuelta en su discurso-caminado, en denunciar, como el intendente, después de tenerlo años cajoneado, construyó el salón multiusos,,,,y lo inauguró con el banquete de boda de su hija. El intendente, interrumpió a Kabana, el cual lo ubicó en el rol que le correspondía. Paradójico es reencontrar ese salón años después, dándole un buen uso y siendo ese Kautere Ballet, protagonista en esta historia nuestra de hoy, en el mismo lugar donde Kabana denunció públicamente. Minimizamos en ocasiones lo Folclórico, al movimiento y nos olvidamos de lo que es,,,un gran motor social.

AITOR ALAVA
 20/2/18

sábado, 17 de febrero de 2018

miércoles, 14 de febrero de 2018

EUSKAL ETXEA DEL COMAHUE-XVI


EZPATA DANTZA

La Ezpata Dantza, si decimos que es la más solemne de nuestras danzas, no nos equivocamos. Encontramos citas históricas con Ezpata Dantzak con mas de 100 participantes o dantzariak. Sus pasiomisidad, no le quita su espectacularidad, al contrario la acrecenta.
"Ademas de este bayle comun hay otros, como la danza de espadas en los dias del Corpus y de los santos patronos de los pueblos. El año de 1660 en que Felipe IV asistia a la procesion del Corpus que se hizo en San Sebastian, bailaron esta danza de espadas 100 hombres; y aun se conserva un dístico vascongado en que se expresa este género de danza, y dice asi­:"Carlos quintoren baratzan Aquerrak espata dantzan.""


Euskal Herria, fue durante un largo periodo, la mayor fabrica de armas del mundo. Es así como incluso hace 5-6 siglos las famosas espadas Toledanas, solo tenían de Toledo la empuñadura, yaque el acero era Vasco. En ese contexto, el vasco bailó con lo que tenia y en abundancia. Todo indica que la ezpata sustituyó a la madera, la caña,,en gran medida , pero no en su totalidad. Localidades como Lesaka, Tolosa, son testigos con Ezpata  Dantzak donde no hay Ezpatak.


El termino Ezpatadantzari, en esta, nuestra tierra, Argentina, es traducido en muchos casos, como Gudari o soldado vasco. El rigor Histórico nos dice que su utilización pertenece al siglo XX. Cuando en los albores del XV fue en Gasteiz donde varios altercados llevaron a la Ezpata Dantza a su prohibición. Este y otros datos desmontan al ezpatadantzari como soldado. Pero ahí una evidencia fundamental.
"No analizo los temas sólo desde la antropología sino que aplico la lingüística, la mitología, la historia de las religiones... y así me doy cuenta que hay cosas que no se han estudiado desde el punto de vista que yo propongo. Por ejemplo, espada o espata significa además tábano o mosca del caballo, eso nos da una nueva interpretación de los espatadantzaris, que pueden ser bailarines tábanos, algo impensable por insólito, pero yo defiendo que es así porque el arma los dantzaris la utilizan como un aguijón, cogiéndola con las dos manos para atacar y defender como un conjurador".

Juan Antonio Urbeltz

Este detalle, es fundamental, no es lógico para los fieles soldados  vascos tomar las ezpatak por el filo,,,es un sin sentido a la vez que una imprudencia. A día de hoy no sabemos si la metafora Ubeliana estará cerca de la verdad, lo que si, es que seguramente la rondará
La fotografía superior, Añorga 2014, sin un detalle mayor, no nos permite saber quienes son los Ezpatadantzariak:
Un mes después, podemos comprobar más detenidamente el género. El genero del ezpata dantzari no importa se es Ezpatadantzari. Un gran paso dado en estos últimos años por el pueblo vasco.

Artículo N°16
Ezpata Dantza
15/2/18
Aitor Alava

martes, 13 de febrero de 2018

YO FUI MERCENARIO DEL AURRESKU-II

MI PASADO!

"El 9 de julio es un día más que importante en Argentina, y sin saber ya marcaba parte de mi vida, solo era el julio del 87, en plena fase de adaptación al mundo de las lentillas, un buen vecino se casaba y claro en plena eucaristía un aurresku no pudo faltar. Un transitar dudoso al altar, un grande al tambor, una lentilla que se cae, depositada ella ante el señor, la tiniebla del dantzari para un danzar. Pudo ser una premonición. Pudo ser un aviso. Pudo ser el fin. Fue el principio. Un no retorno al que solo 12 mil kilómetros pusieron fin. ". Así comenzaba, hace 3 años, esta crónica sobre la mezquindad de nuestro propio accionar como seres humanos y dantzaris. Fueron 17 años en mi vivir: " Durante los 17 años de arduo pasar danzistico, quedaron imágenes imborrables en la retina, abrazos interminables, sonrisas que recorrieron kilómetros, amistades no firmadas a la eternidad,,, ocurrieron por que actor y receptor se conectaron, fueron uno. Esta acción amatoria solo ocurre con el aurresku, indudablemente no. Se han explorado más vías de unión y relación personal, si claro que si. Ese es el camino. Si me pides un regalo, deja que te sorprenda, deja que te conquiste, deja que te enamore, deja que sea yo y no lo que vos quieras que yo sea"

Cierta edad, nos auto reflexiona, en lo que hicimos y alguna veces podemos auto-reconocer en ese espejo, esas acciones, las cuales no todas fueron necesarias. La capacidad, para surcar caminos coherentes y que otros los surquen, es la tarea y misión de hoy.  Observo Ondiz 2017 y me quedo pensando:
Será que estoy loco y vivo aislado del mundo, pudiera ser. No reniego en la función performativa del espectáculo y las formas en que lo socializamos,no, pero como entender esos módelos-kinéticos, que parecieran pertenecer a replicas de un cuento perdido del pasado, y esos colores, que nunca estuvieron donde nos los presentan,,,será que sigo equivocado?

AITOR ALAVA
 13/2/18

ZARENA ZARELAKO

GIZ’ARTE
"Porque eres quien eres", es un axioma válido para todas las culturas y su trasmisión. Dejar de ser uno mismo, es la tentación que vive al lado, más la imposición del sistema neo liberal donde "todos" vivimos. Puede que el mundo tienda a parecerse, es posible y su piel, en color a uniformarse. Valorar al otro y transitar sus saberes, no es tarea fácil. Que tendrá en común, Zorba el Griego, con el Banango Baharra, el baztanés Teilarin, el Kursdistan, el rioplatense Tango o la Bralia Zuberotarra,,,quizás nada o un todo que los une. La sociedad y cada una de ellas conformaron esos tesoros intangibles en su legado y tangibles en su esencia, su fuerza, su trasmisión, su idiosincrasia. Sin ser fácil, el ponerse la piel del otro, es un ejercicio para universalizar en este siglo XXI. En Bolibia y el Kurdistan, se pisa polvo al baialar y nuestras sokak, parecieran Helénicas,,,,el Tango,,medio mundo contribuyó a su creación-formación,,,,




"Porque somos, quienes somos"

AITOR ALAVA
13/2/18

lunes, 12 de febrero de 2018

sábado, 10 de febrero de 2018

LAS RELACIONES


 ALUMNO-PROFESOR
Resultat d'imatges de dantz-ango duende


 En los días, donde son largos los momentos pasando todo lo pesado por y para ellos a esas planificaciones, las cuales no siempre son leídas y revisadas por quienes debieran, la biblioteca nos ayuda en la tarea y comprensión por el cual los alumnos empatizan mejor habitualmente con unos profesores que con otros. 

El psicólogo Carl Rogers nos da estas pautas:
I.El alumno quiere aprender: se supone que experimenta el deseo natural de aprender, descubrir y avanzar. 
II. El alumno aprende mejor cuando observa que el contenido de las asignaturas es pertinente e instrumental para sus propios objetivos. 
III. La facilitación del aprendizaje se apoya en el carácter de la relación profesor-alumno. Se da por sentado que el aprendizaje se facilita mediante una relación aceptadora y no amenazadora.
IV. El profesor está dispuesto a experimentar y cambiar en respuesta a las nuevas tendencias, avances tecnológicos o nuevas situaciones que se le presentan en el ejercicio de su labor.

Así tenemos una situación donde nos encontramos con los siguientes términos:
valorar
individualidad
confiar
empatia
honestidad

Si somos capaces, desde nuestra posición, poder llevar a la practica estos 5 términos, el puente hacia el alumno, estará establecido. Como lo valoramos, como vemos su individualidad, como no desconfiamos de él, como presentamos cercania y como somos, hacemos, decimos y actuamos en el mismo status, harán casi simultáneamente que el alumno cruce el puente.

AITOR ALAVA
10/2/18

miércoles, 7 de febrero de 2018

ZANPANTZAR-2018

IOLDUNAK- 2018

El calendario lleva un ritmo y el sentir popular otro. A mes y medio que se acabe el supuesto invierno, los sonidos, hacen que la primavera empiece a des-esperezarse. No sabemos como los Hartza-oso, vieron el panorama el día de la Candelaria, o siguen su letargo hasta el 21 de Marzo. Lo que si que el carnaval, el carnaval vasco ya comenzó. Para muchos, incluido el que escribe, un antes y un después de conocer los trabajos de Juan Garmendia Larrañaga, un carnaval revivido, gracias en parte a su legado. Entenderlo sin vivirlo, no es sencillo, mientras disfrutemos de su despertar año a año:



AITOR ALAVA
8/2/18

EUSKAL ETXEA DEL COMAHUE-XV

BROKEL DANTZA
En una comida, y alimentación equilibrada, no hay ingesta más importante que otra. Todo es una suma, todo hace al equilibrio y nuestra salud. Pero en los banquetes, hay platos infaltables. Son los que hacen la diferencia. Uno de estos platos es la Brokel Dantza. No es un plato cualquiera. Es la danza-ciclo de danzas, que posee el mayor y mejor detallado fondo bibliográfico e historiografico en todo Euskal Herria.
Al referirnos al termino Brokel Dantza, estamos citando tanto una dantza en si, como todo un ciclo de ellas. Ciclo en la actualidad genérico para todo el territorio Histórico Gipuzkoano. Ocho o docena de dantzaris más un capitán, el cual ejecuta primero es una característica primordial. Esta pequeña descripción aparece por primera vez en Agosto de 1732. casi un siglo después Iztueta, en el 1824 publica su antologíco Danzas de Gipuzkoa, marcando un  camino determinado para la Brokel Dantza.
Cuales componen el ciclo y cuales no, no es algo definido, aparecen y desaparecen. Hoy citaremos las que aparecen en el Cd "Gipuzkoako Dantzak":

BOASTITZEA
AGURRA-ERREBERENTZIA(1)
MAKILA TXIKIAKIKOA
BROKEL MAKILENA
EZPATA DANTZA
PORDOI DANTZA(2)
 UZTAI TXIKIAKIKOA
MAKILA HAUNDI DANTZA
BELAUNTXINGOA
ZINTA DANTZA
UZTAI HAUNDI DANTZA
JORRAI DANTZA
Estamos ante el ciclo de danzas vascas más imponente, más técnico, cautivador por los cuatro costados. No es el único ciclo que nos ha llegado hasta nuestros días, Antzuola, Lizartza, Berastegi y Oñati, poseen ciclos equiparables a este. Los cuales gozan de buena salud, en gran medida, por la participación de igual manera de las mujeres, ejemplo a fortalecer y acompañar.

Artículo N°15
Brokel Dantza
8/2/18
Aitor Alava

(1)AGURRA-ERREBERENTZIA:Agurra edo Erreberentzia, es decir, "Saludo" o "Reverencia". De nuevo tenemos aquí dos nombres utilizados por Iztueta. El zaldibiarra, además, incluyó este baile en la brokel-dantza, pero por otro lado lo relaciona con la ezpata-dantza y también aparece citado entre las melodías viejas. Y por supuesto, el agurra se utiliza también dentro de la soka-dantza. En el caso de la brokel-dantza es el grupo entero, con el capitán a la cabeza, el que interpreta el baile, y como es lógico, aquí no existe la prohibición de dar la espalda, que ocurre tanto al ser ejecutada delante del altar (cuando se baila junto a la ezpata-dantza) como ante la mujer (lo que sucede en la soka-dantza).

Por lo que respecta a la música, se utilizan fundamentalmente dos melodías: la que hoy día conocemos sobre todo con el nombre de agurra o directamente aurresku, es decir un contrapás en modo menor (lo que, por ejemplo, aparece en 1858 en la descripción de J.J.A:1858:6). El nombre genérico de contrapás, en efecto, ha sido utilizado incluso para designar a este baile, pero la otra melodía, a pesar de tener idéntico ritmo y velocidad, no tiene aspecto de contrapás: no presenta, como éstos, las características de la música instrumental de mediados del siglo XVIII, ya que es muy cantable. En claro modo mayor, aparece en el cuaderno de Albéniz e Iztueta incluso con su letra (1826:32), seguramente obra del propio Iztueta (Azkue 1919: I, 259-260). La primera de estas dos melodías recibe más a menudo el nombre de agurra, y la segunda la de Erreberentzia.

Para terminar, es curioso el hecho de erreberentzia aparezca en este cuaderno entre las melodías viejas, a pesar de que tenga estructura de zortziko (dos frases de ocho compases que se repiten). En cualquier caso, está claro que esta danza, como ocurre hoy en día, se realiza como homenaje, y por ello aparece en algunas descripciones como primera del ciclo, en lugar del boastitzea.(FUENTE-AUNAMENDI)

(2)PORDOI DANTZA:Tolosa y la batalla acaecida en 1321 en el lugar de Beotibar, poseen un gran lazo de unión con la danza tradicional que nos ocupa, la llamada Bordon edo Pordon dantza. También conocida como Alagai dantza, Galayen dantza o Sardai dantza.

Según parece, su extensión geográfica también se ceñía a otras localidades del Beterri de Gipuzkoa (Hernani, Urnieta, Alegría de Oria, etc.) y en cuanto a su estado actual, podemos indicar que es fruto de una paulatina estratificación coreográfica y estructural debida al paso del tiempo.

La Bordon dantza se asocia, hoy en día, a la villa de Tolosa y en concreto, esta íntimamente unida a la festividad de San Juan (24 de junio) que se celebra todos los años en la citada localidad con carácter de fiesta grande. Históricamente, no sólo se circunscribía a dicha celebración festiva, sino que se ha utilizado también con motivo de visitas ilustres u otros acontecimientos.. (FUENTE-AUNAMENDI)