jueves, 20 de febrero de 2014

EL PRIMER INDEPENDENTISTA.



AGOSTI XAHO
 Considerado por muchos precursor del nacionalismo vasco, misterioso y atractivo desde el punto de vista de la investigación y el conocimiento de nuestra propia historia. Xaho, es la antítesis del nacionalismo de Sabino Arana, filósofo, poeta, panfletario, novelista, periodista, lingüista, folklorista e historiador fue, ante todo, un hombre político comprometido con Euskal Herria y crítico con su tiempo que, ha sido injustamente enterrado en la historia.
 

 Vista del río Uhaitzandi con Atharratze al fondo, en Atharratze

Tardets/Atharratze, 10.10.1810-Bayona, 22.10.1858) Escritor y periodista. Estudió en Mauleón, en el seminario de Oloron y en París, donde conoció a Charles Nodier, introductor del romanticismo alemán en Francia, que le estimuló en los estudios, entre los que incluyó lenguas orientales. 

Quiso seguir la guerra carlista desde el ejército (1835) y solicitó de la Junta gubernativa, pero la Secretaría de Estado de Don Carlos no accedió. Más tarde se estableció en Toulouse (1838) donde trató de fundar un periódico, "Revue des Voyants". Volvió a su tierra (1840), se estableció en Mousserolles, Bayona, y fundó "L'Ariel", publicación que redactaba en buena parte. Tuvo, a consecuencia de un escrito, un desafío y quedó mal herido. El periódico cambió de nombre y se llamó "L'Ariel, Courrier des Pyrénées", "L'Ariel. Courrier de Vasconie", y en 1848, al estallar la revolución, "Le Républicain de Vasconie". El nuevo régimen le nombró concejal, comandante de la Guardia Nacional y miembro del Consejo de los Bajos Pirineos. Polemizó con el "L'Éclaireur des Pyrénées", presentó su candidatura para diputado en París, tuvo un serio accidente y perdió la elección. "L'Ariel" fue suprimido en 1852 y Chaho, desterrado. Quiso entrar en Bélgica, donde no pudo; se instaló en Vitoria. Volvió a Bayona (1854) donde murió y fue, según se escribió, el primero enterrado en el cementerio civil, pese a los esfuerzos del obispo por encontrar algún testimonio que hiciera posible un funeral católico.

Xaho escribió obras de muy diversos temas: lingüística, teosofía, historia regional y francesa y novelas. Aquí nos limitaremos a citar Paroles d'un bizkaïen aux libéraux de la reine Christine (París, 1834), en el que expone que el alzamiento carlista pretende la independencia del país vasco, que en menos de medio siglo, con Zumalacárregui al frente, llevará adelante una revolución social y religiosa. En el prólogo dice: "Quitad el nombre de Don Carlos a la guerra que sostienen los vascos y los regimientos franceses se pondrán en marcha con la bayoneta calada". Zumalacárregui no participaba de tanto entusiasmo. El folleto fue contestado por Braulio Foz, Palabras de un vizcaíno a los liberales de la Reina Cristina (Barcelona, 1835).

Zumalakarregui y el pretendiente Carlos con su Estado Mayor

Voyage en Navarre pendant l'insurrection des basques (1830-1835) (París, 1836; Bayona, 1865; traducción alemana, "Reise in Navarra Wahrend des Aufstandes der Basken", (Grimma, 1836) ha tenido tres versiones españolas: Viaje a Navarra durante la insurrección de los vascos (1830-1835), por Ramón de Berraondo, con el seudónimo Martín de Anguiozar (, 1929-1930, en cinco entregas); Viaje a Navarra durante la insurrección vasca (1835), por Justo Gárate (Bilbao, 1933), que se presenta como primera parte de El viaje a Navarra de Xaho y el nacionalismo vasco; la tercera, con el título de la primera (San Sebastián, 1966).

Xaho, según su texto, salió de París (15.3.1835) y de Sare pasó a Vera por el Larrun (25.3), y de Vera a Lesaca, Goizueta, Letza, Ezcurra, Erasun, Huici, Lecumberri (7.4), de donde volvió a Francia. Su testimonio, junto a datos de interés, aparece teñido de interpretaciones excesivas, cuando no gratuitas. Fue un romántico, federalista ibérico y unitario francés, liberal que sustituyó la "Igualdad" del lema revolucionario por la "Jerarquía" socialista, que estampó tópicos de españolada, y quiso hacer de los carlistas y de Zumalacárregui lo que no parece que fueran.
Ese talante atractivo y fantasioso se expresa en la creación literaria de Aitor, personaje inexistente en la mitología vasca, que Chaho describe como patriarca de los vascos. Xaho se basó en la expresión "aitonenseme", "aitunenseme" o "aitorenseme", que significa hidalgo, para lanzar la traducción de "hijos de Aitor". El mito, expuesto en "Aitor. Legende cantabre", en "Histoire primitive des Euskariens-Basques" (Bayona-Madrid, 1847), ganó popularidad gracias a Navarro Villoslada*, que lo utilizó en Amaya o los vascos en el siglo XVIII (1879).

  Su legado pólitico:


Xaho, aquel suletino «maldito» que condujo la revolución de 1848 en Iparralde... Sus extrañas teorías para la epoca habrían pasado inadvertidas si no hubieran supuesto la primera articulación práctica de la izquierda abertzale, mucho antes de que Arana esbozara su nacionalismo ambiguo.


 Maule, Zuberoa.


La idea de las repúblicas vascas independientes de Xaho arropada por una gran revolución fraterna, no es ajena al proceso que culmina en la decapitación de Luis XVI. Cuando los Garat se arrepienten de la supresión centralista del Batzarre de Isturitz y planean la constitución de Nueva Fenicia.



Xaho no cae en ese error. La revolución ha de aplicarse localmente estructurando in situ la correlación de fuerzas que la beneficie. Marchan obreros, niños, mozos de cuerda y algún artesano, mientras los gacetilleros redactan la propaganda y los comités republicanos instituyen las candidaturas populares. Se forman nuevos batallones de la Guardia Nacional con proletarios y éstos destacan a Xaho como comandante y concejal. No mucho más allá en el tiempo, Xaho, reclama la independencia en los fueros de Zumalakarregi y, en contrapartida, los «ojalateros» de Carlos le expulsan del teatro de operaciones. 

 Baiona en el siglo XIX.


Xaho funde dos concepciones republicanas: la del ancestral batzarre y la de las clases populares del norte del Bidasoa. Un movimiento urbano de reforma social que Xaho consigue alear con el agro ganadero y la defensa de sus comunales. Su socialismo se construye a escala de su pueblo: minimiza la burocracia, descentraliza, aporta mecanismos para apisonar las desigualdades y articula la nación sobre su base productiva. Las ideas de Xaho discurren entre la libertad de expresión y la lucha contra «la explotación del trabajo por el capital». Su antiautoritarismo tiñe lo libertario. Odia las capillas dirigentes y las levas; al mismo tiempo, defiende la base comunal y las pequeñas propiedades amenazadas por el ocultismo de la Iglesia y la concentración especulativa del suelo.



El abate Zabalo -Xaho: El genio de Zuberoa- formula una acusación al suletino en clave de sentimiento de culpa cristiano y de psiquiatría burda. Xaho no era un ateo beligerante por ser o no homosexual. Xaho se reivindica materialista, revolucionario y vasco. Un bardo capaz de convocar a las fuerzas telúricas con su verbo; miembro activo del movimiento de transformación social de su época; defensor de la bandera roja y negra de los videntes; anterior al amaestramiento católico de los sentidos. En definitiva, Zabalo no puede perdonar a quien fuera el primer catalizador de la Izquierda Abertzale. 

 
La pastoral "Agosti Xaho" en Urdiñarbe.


Fuente:
http://www.enciclopedianavarra.com/navarra/chaho-joseph-augustin/5667/1/

http://borreruak.blogspot.com.ar/2008/10/se-conmemoran-150-aos-de-la-muerte-de.html


1 comentario:

  1. ...viaje interestelar aceleración constante (sin separatismos)... es "muy humano" (hasta ahora) querer separarse de los demás (para vivir mejor que los demás), querer hablar diferente para no entenderse llamando a la proliferación de jerigonzas del terruño "riqueza cultural". No se puede seguir consintiendo a los separatistas catalanes, vascos y demás congéneres que sigan con su cuento del "derecho a decidir". Ese "derecho" ya no existe. La Humanidad va hacia la Unión Global preparando el salto a las estrellas.

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